Fecha de lanzamiento: 27 de marzo de 2023

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El Premio Nobel de Química 2003, Peter Agre, arribó a la Isla para participar en el taller El futuro de la cooperación científica entre Cuba y Estados Unidos, organizado por la Academia de Ciencias de Cuba y la Asociación Americana para el Avance de las Ciencias.

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Como parte de su recorrido, interactuó con estudiantes y profesores de la Facultad de Química de la Universidad de La Habana. La sede académica, se mostró muy honrada con la visita y compartió algunas imágenes del coloquio en redes sociales.

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“El Dr. Agre es médico, biólogo y profesor universitario estadounidense, obtuvo el Premio Nobel por los descubrimientos de los canales en membranas celulares y ha contribuido a la comprensión de enfermedades que van desde las renales hasta las cardíacas, musculares, neurológicas”, declaró en su cuenta de Twitter.

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Durante su disertación, el también profesor universitario explicó algunos de sus estudios dentro del campo científico, a la vez que respondió preguntas de los asistentes.

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“Aunque las barreras del bloqueo son un problema, los jóvenes científicos cubanos son geniales y eso, junto a los lazos de amistad y profesionales, me motiva a estar aquí”, dijo a la oficialista Agencia Cubana de Noticias.

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Igualmente, reconoció que parte de su trabajo como especialista de amplio recorrido consiste en instruir a las nuevas generaciones. Siguiendo esa línea, pidió a los jóvenes cubanos que mantengan sus ganas de estudiar y su amor por esta ciencia, dejando a un lado las dificultades y carencias que puedan tener.

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Nacido en Minnesota, en 1949, el bioquímico Peter Agre logró caracterizar ampliamente la membrana celular. Mereció el Premio Nobel de Química en 2003 por su descubrimiento de las acuaporinas, proteínas integrales que permiten el paso selectivo del agua a través de las diferentes estructuras celulares. De esta manera, contribuyó a la comprensión de enfermedades renales, cardíacas, musculares y neurológicas.

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Sin embargo, la intervención de Agre deja ver su desconocimiento de la realidad cubana. Seguramente, tan importante investigador no conoce de las carencias al interior de los laboratorios, reflejadas en el pueblo de Cuba que, hace algunos años, no tiene acceso a medicamentos del cuadro básico como la dipirona o el paracetamol. Su mención al Embargo Económico –al cual se refiere erróneamente como “bloqueo”- así lo demuestran.

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Por otra parte, ha pedido constancia en el estudio de esta ciencia, siendo la propia Universidad de La Habana la que atenta contra estos. Envuelta en más de una treintena de violaciones a la libertad académica en Cuba, de sus aulas han sido expulsados importantes científicos cubanos como Ariel Ruiz Urquiola y Oscar Antonio Casanella Saint-Blancard.

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Además, su colega de profesión, el bioquímico cubano Orlando Luis Pardo Lazo, sufrió la persecución con motivo de sus ideas políticas cuando se desempeñaba como uno de los principales investigadores del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología. Junto a su esposa, esta joven promesa de la ciencia cubana fue separado definitivamente de la vida científica en el país, además de ser vetado como autor de todos los estudios en los que había colaborado. Eso sí, fue obligado a firmar la entrada de cuantiosas sumas de dinero por las patentes que estaban a su nombre, y de las cuales no percibió un centavo. Finalmente, se exilió en marzo de 2013.

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Los tres científicos fueron víctimas de la persecución política, materializada en expulsión de la academia, y con la universidad actuando como aliada de la dictadura. Por tal motivo, el Observatorio de Libertad Académica denuncia la interacción de tan importante figura con represores de la comunidad académica y científica en Cuba.

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