Ena Elsa Velázquez y Xiomara Castro ratifican acuerdos de cooperación educativos
Fecha de lanzamiento: 15 de abril de 2023
La Ministra de Educación cubana, Ena Elsa Velázquez Cobiella, se reunió con la presidenta hondureña Xiomara Castro en Tegucigalpa. Como parte del programa de la junta, la parte cubana dio cuentas de los avances en la implementación del plan de estudios “Yo sí puedo” en la nación latinoamericana.
“Excelente encuentro con la Presidenta de Honduras Xiomara Castro Sarmiento. Durante más de una hora dialogamos sobre la refundación de la educación y la campaña de alfabetización, programas de la presidencia. Ratificamos el compromiso de acompañarlos.”, escribió Velázquez en su cuenta de Twitter.
El acercamiento, inicialmente de corte laboral, tuvo un momento político, en el cual la autoridad cubana agradeció a la jefa de estado “la postura de Honduras en foros internacionales en contra del bloqueo impuesto por Estados Unidos a la isla desde hace más de 60 años”, reportó la agencia de noticias oficialista Prensa Latina. Por su parte, Castro se comprometió a exigir el fin del embargo en todos los eventos internacionales a los cuales sea invitada.
En diciembre pasado, una delegación de 123 docentes cubanos arribaron a la capital hondureña, a fin de apoyar la campaña de alfabetización que impulsa la presidenta de ese país, Xiomara Castro.
De acuerdo con los datos oficiales, un 12 por ciento de la población mayor de 15 años no sabe leer ni escribir. En febrero de 2023, otros diez profesionales cubanos se trasladaron hacia la nación centroamericana, para apoyar en el plan de Refundación de la Enseñanza en el país.
La llegada de los profesionales de la Isla se produjo en un contexto de tensiones entre varios actores de la sociedad civil hondureña. El convenio, que se sotendrá por aproximadamente tres años, le costará a Honduras un total de 14 millones de lémpiras, además de gastos de alimentación, desplazamiento y hospedaje.
Algunas organizaciones cuestionaron la necesidad de contratar maestros cubanos, siendo que la cifra de población a alfabetizar puede ser perfectamente educada por los maestros de esa nación.
Asimismo, el Partido Nacional de Honduras denunció la posible injerencia ideológica de los maestros cubanos, y pidió a los ciudadanos mantenerse alerta ante cualquier intento de adoctrinamiento por parte de estos.
“De forma opaca, poco transparente y con objetivos pedagógicos dudosos el gobierno socialista de Libre trajo a 120 maestros cubanos a Honduras (…) Dice el ministro de Educación que los maestros cubanos solo vienen a asesorar a los maestros hondureños, si así fuera ¿por qué se deben desplazar a los 298 municipios del país?”, cuestionó la organización.
Igualmente, académicos y políticos se pronunciaron contra lo que se considera una intromisión cubana, pues “el contenido de la malla curricular está diseñado exclusivamente por los mismos representantes de Cuba, a lo que analistas en el país han considerado como adoctrinamiento”, reportó El Heraldo hondureño.
El economista y catedrático Julio Raudales, consideró que no existen grandes diferencias entre el sistema educativo del país centroamericano y el de la mayor de las Antillas, por lo que la contratación de maestros de la Isla responde a un interés netamente político. “Lo que hacen los gobiernos solidarios es tirarle bombas de oxígeno a Cuba porque saben los problemas que tiene la isla. (…) En realidad esto no es ninguna cooperación porque son servicios que el régimen cubano vende bien caro. Lo mismo que pasa con los médicos”, puntualizó.
En Cuba la calidad del sistema educacional se deteriora a una velocidad alarmante. La falta de insumos, así como el éxodo masivo del profesorado –ya sea fuera del país o hacia otras ramas económicas mejor remuneradas- han provocado un significativo descenso en los resultados académicos a nivel nacional.
En la capital, fue necesaria la formación del Destacamento Especial “Yo soy el maestro”, integrado por docentes de otras provincias que prestan servicios en La Habana. Mientras, en el interior del país, los alumnos pasan largos períodos sin que un profesor acuda a las aulas.