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Yaxys Dallan Cires Dib

El abogado Yaxys Dallan Cires Dib estaba recién graduado cuando inició su labor docente impartiendo varias asignaturas en las carreras de Derecho y Economía de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanísticas, de la Universidad de Pinar del Río “Hermanos Saiz Montes de Oca”. Por su buen desempeño le fue otorgada la “Categoría Docente Especial de Instructor Adjunto”, siendo evaluado satisfactoriamente durante el corto período en el que se le permitió ejercer el magisterio universitario.

El profesor Cires profesa la fe católica y su activismo dentro de la iglesia era  manifiesto. Llegó a ser responsable de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Pinar del Río y, como otros profesionales de la provincia, hacía parte del Centro de Formación Cívica y Religiosa (1993-2007), iniciativa intelectual laica adscrita al Obispado provincial. Este emprendimiento cultural generó acciones como la publicación de la revista Vitral, órgano difusor de criterios libres acerca del funcionamiento de los diversos ámbitos de la sociedad civil cubana. Sobre los integrantes del Centro y participantes en Vitral sobrevino un monitoreo exhaustivo por parte de los órganos represivos del Departamento de la Seguridad del Estado, haciendo que muchos de ellos sufrieran diferentes formas de censura, como la separación de sus ocupaciones en instituciones estatales. En muchos casos, se usaron subterfugios administrativos o de cualquier otro orden, que no evidenciaran la persecución religiosa. Lo cierto es que esta comunión conceptual en torno a un espacio laical en la fraternidad de la religión romana, fue y es fustigada por el aparato de inteligencia del régimen cubano.

 

Anterior a su labor docente en la universidad, el profesor Cires había expresado cuestionamientos a prácticas institucionales como la enseñanza general relacionada con el trabajo agrícola de carácter obligatorio, por lo que ya era conocido y vigilado por la Seguridad del Estado. El acoso de entonces, hizo que le fuera restringida su movilidad dentro de la ciudad por sospechas de que perjudicara un Festival de la Juventud y los Estudiantes, que tenía a su ciudad como subsede. Este activismo social hizo que Cires firmara el Proyecto Varela, iniciativa ciudadana que pretendía una consulta popular dentro del marco legal vigente y que resultó en persecución para sus coordinadores y seguidores.

 

Yaxis Cires decidió no integrar las filas de la organización de masas más populosa en Cuba, los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), al entenderla contraria a sus principios humanísticos basados en la tolerancia respetuosa de la diversidad. El joven académico tampoco asistió a las urnas electorales por considerar que se trataba de un proceso con ausencia de transparencia y carente de los principios democráticos en los que creía firmemente.

Al ser meticulosamente escrutada por las autoridades, en todas las esferas de la vida social cubana, la participación en el proceso revolucionario, inmediatamente se activó la cadena de trasmisión de la información sospechosa para el oficialismo y se materializó la censura. En consecuencia, la decana de la Facultad, MSc. Alina Martínez Fernández, le comunicó a Cires que no podía continuar ejerciendo la docencia universitaria debido a quejas de los órganos provinciales de la Seguridad del Estado acerca de sus posiciones políticas, negándose a notificarle por escrito la medida tomada. Esta funcionaria había sido debidamente informada de su no afiliación al CDR, así como de la inasistencia a las elecciones y la vinculación con proyectos de la iglesia, actitudes que lo invalidaban “para el ejercicio de la docencia en la Educación Superior y la formación de profesionales universitarios integrales”.

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