top of page

Dayanis Salazar Pérez

En 2019 Dayanis Salazar Pérez ingresó a la licenciatura en Enfermería en la Filial de Ciencias Médicas de la Isla de la Juventud. Para esa fecha ya militaba en la organización opositora Partido Autónomo Pinero.

 

A poco más de un mes de iniciado el año escolar, en el hospital donde recibían clases les dijeron a todos los alumnos que debían firmar el Reglamento Especial de los Estudiantes del Destacamento “Carlos J. Finlay”, el cual constituye el instrumento normativo que regula la conducta y las actividades de los estudiantes de las especialidades médicas. No obstante, les comentaron que la rúbrica no era obligatoria.

 

Este documento, emitido como Resolución Ministerial 71/2013, además de cuestiones relacionadas con la especialidad, incluye un alto contenido ideológico en función de los intereses del régimen.

Por ejemplo, el inciso a) del artículo 47 de dicho documento clasifica como una falta de carácter muy grave, “Mantener una actitud contraria a los principios de nuestra revolución socialista. Hacer manifestaciones notorias que evidencien menosprecio a la ideología revolucionaria o el rechazo al cumplimiento de los deberes ciudadanos de trabajar y defender a la patria con las armas si fuera necesario”. Según el artículo 73 de este reglamento, el estudiante que incumpla con lo anterior puede ser sancionado con la expulsión o separación indefinida de la educación superior o la separación indefinida de las carreras de Ciencias Médicas.

 

Al leer el documento, Dayanis se percató de su alto condicionamiento político y de que incluía ideas contrarias a sus convicciones, por lo que se negó a firmarlo. Dos semanas después, el 23 de octubre de 2019, se realizó una reunión en su grupo con la presencia de la profesora guía y María del Carmen Hernández Rivero, decana de la facultad.

 

Esta última le dijo a Dayanis que no podía permanecer en la escuela si no firmaba el mencionado documento —a pesar de que antes le habían dicho que era voluntario— y que tenía que pedir la baja. La estudiante mantuvo su posición y manifestó que, si era la única opción, prefería hacerlo. Fue citada para una nueva reunión al día siguiente, a las 2 de la tarde.

Este encuentro fue presidido por la decana y también estuvieron presentes el jefe de la carrera de Enfermería y la profesora guía. Dayanis asistió acompañada de su padre, quien hizo un recuento de la situación y alegó que con ello obligaban a la estudiante a solicitar la baja, ante la ausencia de alguna otra solución.

 

En un audio grabado por Dayanis durante la reunión, y facilitado por ella al Observatorio de Libertad Académica, se escucha a la decana ratificar que, si no estaba de acuerdo con el documento y se negaba a firmarlo, no podía estar en la carrera.

La docente reconoció que se trataba de una estudiante con un coeficiente intelectual alto, pero dijo que “hay también cosas con las que hay que cumplir y estar de acuerdo”.

 

Dayanis explicó que no podía firmar un documento donde se comprometía con acciones e ideales de tipo político que no compartía, pues una vez que lo rubricara se vería obligada a cumplirlo y no estaba dispuesta ni a mentir, ni a actuar en contra de sus principios.

 

La decana argumentó que el reglamento no tenía nada que ver con la parte política, sino con lo estudiantil y se refirió a cuestiones de esta índole que están contenidos en el documento. Dayanis le pidió que buscara el reglamento para mostrárselo a su padre, pero la decana evadió esta solicitud.

 

En ese momento, la profesora guía empezó a listar ausencias de la estudiante a actividades de pesquisa en las comunidades y a clases. También expuso el seguimiento que había dado a estas faltas, las cuales coincidieron con que Dayanis contrajera el dengue y tuviera que viajar a La Habana a atenderse una enfermedad en la garganta. La profesora insistió en que no presentó a tiempo los documentos que validaban su enfermedad y que ello constituía una indisciplina grave.

Hasta ese momento dichas ausencias no habían constituido motivo para proponerle alguna sanción o expulsión de la carrera. Las autoridades de la escuela insistieron en que Dayanis no podía permanecer en la especialidad si no firmaba el Reglamento, pero que no podían darle la baja, sino que tenía que solicitarla ella, por lo que la estudiante consideró que no le quedaba otra alternativa. En el documento que le fue entregado se lee como causa de la baja: Voluntad propia.

Sigue leyendo aquí

bottom of page