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UJC busca reclutar nuevos miembros mediante “campamentos de verano”

Fecha de lanzamiento: 23 de julio de 2024

En un intento por recuperar el esplendor de antaño, la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) ha retomado los campamentos de verano en las universidades a lo largo y ancho del país.

Con el apoyo de los gobiernos municipales y organizaciones juveniles como la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM), se ha logrado la movilidad de varios cientos de estudiantes, los cuales reciben una cuota extra de adoctrinamiento enmascarado de diversión.

Jóvenes de La Habana visitan la playa como parte del campamento de verano orjanizado por la UJC provincial. (Foto tomada de @UJCHabana)

De acuerdo con un reporte de Juventud Rebelde, “con la complicidad y concurso de las direcciones del gobierno de cada uno de los nueve territorios se diseñan actividades recreativas y culturales, visitas a museos y sitios históricos de cada localidad, intercambios en las comunidades, excursiones, el escalamiento de elevaciones y el aporte productivo en áreas agrícolas, entre muchas otras ideas”.

Así, y como forma de estímulo, más de un centenar de jóvenes santiagueros tendrán la oportunidad de acceder a una variada oferta recreativa a precios subsidiados. A cambio, deberán participar en las llamadas “tareas de impacto”, incluidos trabajos voluntarios y al apoyo a la producción de alimentos.

Igualmente, los universitarios convendrán apoyar en el acondicionamiento de los centros docentes de otros niveles de enseñanza y comunidades aledañas, así como la restauración de la base material de estudio para los alumnos de nuevo curso.

En todo el territorio nacional, los campamentos de verano se desarrollarán en dos partes: la primera de ellas en julio, y la segunda en agosto. Según un estudiante de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas (UCLV), se trata de un estímulo “solo para universitarios. En nuestro caso, se presentan 4 estudiantes por facultad -si se presentan más, se escogen los 4 con mejor currículo-. Dura cuatro días y es un estímulo para que durante las vacaciones tengas lugares asequibles para salir”, explicó bajo condición de anonimato a este Observatorio.

UCLV da la bienvenida a los participantes de la edición de julio del campamento universitario. (Foto tomada de @UCLV en Twitter)

Asimismo, la UCLV acogió por estos días a más de un centenar de estudiantes de la provincia. Estos, estuvieron en contacto con la historia de la ciudad mediante visitas guiadas a museos, realizaron actividades con niños de la enseñanza primaria y acudieron a sitios recreativos, todo con un coste subsidiado por la UJC y el Gobierno provincial.

La Universidad de Camagüey “Ignacio Agramonte Loynaz” (UC), por su parte, recurrió a la activación del Plan 13 de Marzo para movilizar al estudiantado hacia la producción de alimentos. Vale apuntar que quienes decidieron acogerse al plan vacacional universitario pudieron disfrutar de piscina y una actividad infantil.

Rector de la Universidad de Camagüey Santiago Lajes Choy en la inauguración del plan vacacional de esa institución. (Foto tomada del perfil de Twitter de la institución)

Los planes vacacionales universitarios son una iniciativa que la UJC implementó en el año 2015. Sin embargo, la precariedad de la situación sanitaria motivó su suspensión en pandemia, siendo retomados durante el pasado curso escolar.

Resulta llamativa la masificación de la oferta recreativa para estudiantes universitarios, más si esta es subsidiada aun en medio de la profunda crisis económica que atraviesa el país.

Obviamente, estas “bondades” de la UJC no se deben al azar. Y es que, en abril de este mismo año, la organización declaró que su militancia está muy por debajo del medio millón de afiliados.

Durante el 12 Congreso de la organización, Aylín Álvarez García, primera secretaria de la misma, debió reconocer que las condiciones no son las de antaño y cada día son menos los jóvenes motivados a integrar las filas de la “vanguardia de la juventud cubana”.

Según sus palabras, se impone “hacer labor política y formativa en un contexto complejo, dentro de una sociedad donde han crecido las disparidades económicas que colocan a segmentos de la niñez, adolescencias y juventudes en condiciones de vulnerabilidad, lo que nos hacen pensar en la urgencia de una organización más plural, diversa y heterogénea, donde todos deben encontrar espacios que los representen”.

En consecuencia, alega que es urgente hallar nuevas vías para “sumar” integrantes, capaces de “combatir en las trincheras de las redes sociales”. Según Álvarez García, hay que incluir en las filas de la UJC a aquellos “aquejados por las escasas y poco diversas opciones culturales, recreativas y deportivas”.

Para la dirigente es prioridad fortalecer el trabajo con niños y adolescentes, pues este es “vital para educar a nuestros niños, niñas y adolescentes en valores, que los hagan crecer como buenos seres humanos, patriotas y comunistas”.

Dados los argumentos antes expuestos, queda claro que los Planes vacacionales de la UJC no son más que una vía expedita al adoctrinamiento de los más jóvenes y precarizados, es decir: los vulnerables, ya sea por edad o posición económica.

Alumnos habaneros accesen de manera subsudiada a las ofertas gastronómicas del Jardín Botánico Nacional como parte del recorrido organizado por la UJC en la capital. (Foto tomada del perfil de la UJC La Habana)

Tras la fachada lúdica, miembros de diversos grupos etarios, carentes de opciones para acceder al esparcimiento y la interacción con sitios de valor patrimonial, son instruidos sesgadamente sobre pasajes de la historia de Cuba, sin que tengan acceso posterior a otras fuentes de información que les permitan contrastar y hacerse de juicio crítico respecto a fenómenos sociales determinados.

El Observatorio de Libertad Académica denuncia la renovación de esta práctica, antes ensayada por la ingeniería social implementada desde los inicios del período revolucionario para la captación ideológica de las nuevas generaciones de cubanos, previamente desposeídos de recursos financieros y, por ende, de autonomía.

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