Massiel Suárez Pérez
En 2020, Massiel Suárez Pérez ingresó a la Universidad “Vladimir Ilich Lenin” de Las Tunas (ULT) para estudiar la licenciatura en Psicología y Pedagogía. Desde entonces, Massiel compartía en sus redes sociales publicaciones críticas al régimen cubano, lo cual le valió en varias ocasiones que oficiales de la Seguridad del Estado visitaran su vivienda para intimidar a su familia y provocar que dejara de hacerlo.
El 24 de noviembre de 2020 Massiel fue una de las firmantes de una declaración publicada por la comunidad católica en Facebook “Pensemos Juntos” en la cual pedían al gobierno cubano que atendiera y respondiera pacíficamente a las demandas de las personas que se habían acuartelado y declarado en huelga de hambre en la sede del Movimiento San Isidro exigiendo la liberación del rapero Denis Solís.
A raíz de su apoyo a esta misiva, se presentaron en su casa, de noche, dos oficiales de la Seguridad del Estado buscándola. El padre de Massiel los atendió y ante los reclamos por la postura de su hija, les dijo que ella era católica y que había firmado de acuerdo con sus principios.
Tras las protestas masivas que ocurrieron en Cuba el 11 y 12 de julio de 2021, en la ULT fueron citados los estudiantes para charlas políticas que buscaban tergiversar la naturaleza espontánea y popular de los sucesos. Las personas encargadas del conversatorio en la facultad de Massiel calificaron las manifestaciones como “actos vandálicos”, “financiados por el imperio” y afirmaron que solo fueron detenidos aquellos manifestantes que ejercieron alguna forma de violencia. Ante este último enunciado, Massiel intervino y dio testimonio de jóvenes católicos de La Habana y Bayamo que habían sido encarcelados por manifestarse pacíficamente, contradiciendo así el argumento oficialista. Relata la estudiante que en ese momento la profesora Irene Cordero Leyva la miró con “la peor cara de odio que he visto en mi vida”.
El 16 de julio de 2021, Massiel publicó en su muro de Facebook un post en el hacía referencia a las protestas del 11 de julio y la respuesta gubernamental.
Imagen 1. Post publicado en Facebook por Massiel Suárez sobre las protestas del 11J.
A inicios de curso, una persona que pidió mantenerse en el anonimato, envío a Massiel unas capturas de pantalla de un grupo de WhatsApp de los profesores del Departamento de Psicología y Pedagogía, donde hacían referencia a su publicación y hablaban de someter a la estudiante a análisis disciplinarios y hasta de expulsarla de la carrera, bajo el argumento de que “la Universidad es para los revolucionarios”.
En las capturas, hechas públicas en Facebook por Massiel, se puede leer que fue el profesor Alberto Martínez Vega quien denunció el post de la estudiante y pidió que fuera remitido al “Observatorio”, haciendo referencia a una estructura creada en diferentes universidades denominada Observatorio Social, conformada por estudiantes y docentes encargados de monitorear temas que ganan visibilidad en las redes sociales y que deriva en centros de vigilancia y enfrentamiento a las publicaciones de los alumnos y profesores en las redes.
Imagen 2 y 3. Mensajes del profesor Alberto Martínez Vega en el grupo de WhatsApp del departamento denunciando el post de Massiel Suárez.
La profesora Yuniela Comendador González se ofreció para vigilar las publicaciones de la estudiante, detectar otras personas que coincidieran con sus criterios y “atacar cualquier manifestación contrarrevolucionaria (…) [mostrándole] todos los beneficios que ella y su familia tienen en este país”.