Manuel Robles Villamarín
Manuel Robles Villamarín fue expulsado de la educación superior en 2012, cuando cursaba el tercer año de la especialidad Ingeniería en Telecomunicaciones y Electrónica, en la modalidad curso por encuentros, en el Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría (CUJAE). Aunque las autoridades del centro acudieron a un procedimiento administrativo, la sanción tuvo un trasfondo político, evidenciado por la participación de la Seguridad del Estado en el proceso y los argumentos esgrimidos por los directivos.
Cuando ingresó a la CUJAE, en septiembre de 2009, Robles había culminado su servicio social en la empresa estatal Copextel, donde fue ubicado tras graduarse como técnico medio en Informática. De formación católica, era miembro del equipo arquidiocesano de la Pastoral Juvenil de La Habana, impartía catecismo y dirigía la revista digital IXTHYS donde se publicaban textos críticos sobre la realidad del país. Debido a su activismo religioso y social, además de su negativa a participar en actividades políticas del centro, Robles tuvo desencuentros con los directivos de la empresa, por lo que, al cumplir su servicio social, ambas partes decidieron terminar la relación contractual.
En 2009, uno de los requisitos para acceder a la educación superior en la modalidad de curso por encuentros era tener vínculo laboral con alguna institución estatal; exigencia que fue eliminada en 2018 debido a que constituía una restricción al acceso a la educación y, además, no resultaba práctico ya que muchos de los graduados obtenían cartas de empresas a las que no estaban adscritos para poder estudiar.
Debido a su salida de Copextel, Robles no contaba con el requisito de la vinculación laboral, por lo que consiguió una constancia emitida por la empresa de su madre. Así cursó sus dos primeros años lectivos, obteniendo buenas calificaciones y sin tener ningún tipo de problemas con la institución. Cabe señalar que muchos de los adscritos a la modalidad semipresencial estaban en igual condición.
En septiembre de 2011 se vinculó al Movimiento Cristiano Liberación (MCL), organización cívica de oposición liderada por Oswaldo Payá Sardiñas, y tomó parte en la promoción de iniciativas como el Proyecto Heredia y El Camino del Pueblo, además de ser fundador y redactor de la revista Somos Liberación de dicho movimiento.
Cuando el 22 de julio de 2012 la persecución automovilística de efectivos del Departamento de Seguridad del Estado provocó un accidente fatal en el que perdieron la vida Harold Cepero y Oswaldo Payá, Robles se mantuvo muy cercano a la familia de este líder cívico y fue una de las personas que intervino en sus exequias, leyendo las peticiones delante de los numerosos agentes de la Seguridad del Estado que se encontraban en el lugar.
Consciente de que sus estudios universitarios iban a ser uno de los flancos por los que sería atacado, debido a las experiencias de otros miembros del MCL, Robles intentó conseguir trabajo en una institución estatal para cumplir con la exigencia del vínculo laboral. En agosto de 2012 logró que lo aceptaran como profesor de Informática en el Instituto Politécnico Urbano Tomás David Royo Valdés en La Habana, sin embargo, la Seguridad del Estado no permitió que se incorporara al puesto.