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Lorenzo Páez Núñez

En 1969 Lorenzo Páez Núñez comenzó su carrera como maestro de Matemática en la Escuela Secundaria Básica Marcos Antonio Lafá, ubicada en la localidad de Cabañas perteneciente al municipio de Mariel, por entonces provincia de La Habana. Una vez se licenció en Pedagogía por el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona en 1977, pasó a integrar el claustro de la Academia Naval “Granma” (AN), de la Marina de Guerra Revolucionaria, hasta su expulsión por motivos políticos en 1992.

 

Desde los inicios de su ejercicio magisterial, el profesor Lorenzo detectó deficiencias en el sistema educativo que lo hicieron cuestionarse las metodologías implementadas por el Ministerio de Educación a partir de la década de 1970. Tal fue el caso del régimen disciplinario impuesto en la primera Escuela Secundaria Básica en el Campo (ESBEC), fundada bajo el nombre de “Mártires de Kent” (conocida popularmente como El Plátano), a raíz de una visita de autoridades escolares que hicieron notar que los jóvenes pasaban más tiempo en la casa y en la calle, lo que consideraron una mala influencia.

 

Los planes educativos revolucionarios conllevaban una fuerte carga doctrinaria, más fácil de introducir en condiciones de aislamiento del alumnado. Sin embargo, no solo la ideología determinaba la vida académica, el rigor de las normas de convivencia comprendía un régimen punitivo basado en la “autodisciplina” y que consistía en otorgar facultades a estudiantes de edad avanzada o mayor fuerza física para que agredieran a los que no obedecían. Este método se denominaba “el martillo”, y la acción de golpear era “martillar”. Entre la violencia que escalaba y la lejanía de su vivienda, el profesor Páez decidió trasladarse a la Facultad Obrero Campesina (FOC) Julio Antonio Mella, radicada en Artemisa, su pueblo. Al egresar del Pedagógico, Páez Núñez pasó a la Academia Naval Granma, que recién se incorporaba a la Educación Superior. Durante quince años impartió diversas materias adscritas a la Cátedra de Matemática, sosteniendo una destacada labor magisterial e investigativa y alcanzando la categoría de Profesor Auxiliar. Como trabajador civil de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) daba clases a los futuros ingenieros de la Marina de Guerra en las facultades de Mecánica, Eléctrica y Electrónica.

 

Imagen 1. Diploma que acredita a Lorenzo Páez Núñez como Profesor Auxiliar.

En la segunda mitad de la década de 1980, en Cuba se intensificaron las discusiones intelectuales inspiradas en los procesos de apertura que tenían lugar en la Unión Soviética. La “perestroika” y la “glasnost” motivaron análisis, más o menos abiertos, entre grupos de académicos y estudiantes cubanos que veían una oportunidad de distención económica y política en el país. En los departamentos de las universidades, escuelas y centros de investigación se analizaban artículos de publicaciones provenientes de la URSS como Sputnik y Novedades de Moscú, generándose debates en torno a temas como la libertad de expresión y la desestatificación económica.

 

En la Academia Naval el punto de encuentro informal era la cátedra de Química-Física. Páez llegó a participar gracias a la introducción de su colega Juan Monzón Oviedo. Algunos de los profesores que allí confluían fueron purgados por la Contrainteligencia Militar (CIM), una vez que Fidel Castro determinó que Cuba no seguiría el camino de distención democrática llevado adelante por el bloque socialista europeo. A esos maestros, entre los cuales también había oficiales de la Marina, se les conoció como “los perestroikos”. A la par de estos focos espontáneos de debate, se mantenían los orientados por la dirección política del país para cada institución estatal. Estos consistían en Círculos de Estudio donde mensualmente se analizaban discursos de Fidel Castro y directrices oficiales bajo la observancia de la nomenclatura del Partido Comunista de Cuba (PCC) de cada centro. La falta de entusiasmo era interpretada como posible antagonismo.

Con la desaparición del eje comunista, sobrevino la crisis económica para Cuba denominada Período Especial en Tiempo de Paz. Numerosos fueron los planes de recuperación ideados por la dirección del país, uno de ellos, el Plan Alimentario, fue ampliamente difundido por el aparato propagandístico gubernamental. Páez vivía en Artemisa, donde existían platanales y granjas productoras de huevos cuyas producciones eran llevadas a La Habana sin satisfacer el déficit de la propia localidad. De ahí provenían parte de sus inquietudes, expuestas incluso ante el delegado del Poder Popular, vecino suyo.

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