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Gustavo Pérez Silverio

Gustavo Pérez Silverio se graduó de la Licenciatura en Historia en el año 2002, en la Universidad de La Habana (UH). La ubicación laboral que le asignaron fue en la Oficina de Asuntos Históricos del Partido Comunista de Cuba (PCC) en Villa Clara, la cual no aceptó. Luego de varias gestiones en su ciudad natal, Santa Clara, y de ser rechazado en diferentes lugares, lo admitieron como profesor de Historia en la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas (UCLV), en la Facultad de Ciencias Sociales.

 

En octubre de 2002, el profesor tuvo su primer choque con la censura como docente. En una clase, estudiantes de la facultad de Economía le preguntaron si el capitalismo tenía una crisis estructural y si José Martí era marxista. Pérez Silveiro respondió a lo primero que se trataba de procesos cíclicos y a la segundo que Martí era un liberal-demócrata, por tanto, sostener una supuesta orientación hacia al marxismo era un disparate, sobre todo teniendo en cuenta sus propios escritos al respecto.

Al comenzar la semana siguiente, el jefe del departamento le dijo a Pérez Silverio que necesitaban analizar una queja presentada por la dirección de la Facultad de Ciencias Económicas sobre los criterios que expresó en clases. Al análisis se sumó el oficial de la Seguridad del Estado encargado de la represión y la vigilancia en la UCLV, quien lo amenazó con la expulsión si se repetía un incidente similar.

 

En 2003, el Instituto de Historia convocó a una maestría en Estudios Regionales. La aprobación para matricular a este postgrado era potestad de la Oficina de Asuntos Históricos del PCC en cada provincia. Pérez Silverio entregó a esta institución su solicitud y la documentación correspondiente, que incluía un aval de su departamento en la UCLV, pero no le dieron la aprobación. Ni siquiera le respondieron. Considera que fue un ajuste de cuentas por su negativa a trabajar en esa dependencia del PCC.

 

En ese mismo año se interesó por realizar estudios de posgrado en el Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CIPS), específicamente en estudios socio-religiosos. En la institución le dijeron que podían realizar un entrenamiento conjunto, pero que igualmente necesitaba la aprobación de su provincia, que según le informaron en la UCLV, correspondía a la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos del PCC en Villa Clara. Allí le dijeron que no era interés del Partido la investigación que él proponía sobre los Testigos de Jehová, cerrando nuevamente sus posibilidades de superación.

En 2006, Pérez Silverio comenzó a desarrollar una línea de investigación en estudios raciales desde el cine y se interesó por impulsar este tipo de estudios con carácter transdisciplinar en el ámbito universitario. En el año 2007, pretendió hacer eventos sobre este tópico en la UCLV, pero le fueron censurados.

 

En 2012, el profesor tenía previsto viajar fuera de Cuba por asuntos personales, pero el rector Dr. José Ramón Saborido Loidi le comunicó que para poder salir del país tenía que solicitar la baja de la universidad. Así lo hizo el docente ante la falta de alternativa. Finalmente, no pudo concretar el viaje. No obstante, perdió su trabajo.

 

Luego, Pérez Silverio comenzó a trabajar en el Centro de Desarrollo de la Danza y el Teatro (CDDT), en Santa Clara. También allí, la Seguridad del Estado advirtió a la directiva de dicha institución sobre las investigaciones del tema racial que realizaba y su activismo, vinculado a raperos, intelectuales y exponentes de la cultura underground que no eran bien vistos por la policía política y las instituciones de la provincia. Por estas fechas también conoció al pastor Mario Félix Lleonart Barroso y participó como invitado en actividades realizadas por el Instituto Patmos, organización de la sociedad civil enfocada en la defensa de las libertades religiosas y los derechos humanos en general.

 

Aunque continuó su desarrollo académico y profesional, al no estar vinculado a la educación superior, se le hacía prácticamente imposible realizar doctorados en antropología o estudios raciales porque no era interés de la institución a la que pertenecía. Por esta razón, su gusto por la docencia y la modificación de la Ley Migratoria que eliminó algunas de las trabas para salir del país que anteriormente lo obligaron a solicitar la baja de la UCLV, Pérez Silverio decidió regresar a la universidad, esta vez en la modalidad de profesor adjunto.

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