Berta del Carmen Mexidor Vázquez
Berta del Carmen Mexidor Vázquez se graduó de la licenciatura en Economía por la Universidad de Oriente (UO) en 1985 y, una vez terminado su servició social, se incorporó al claustro del Centro Universitario de Las Tunas. Su trayectoria docente y resultados investigativos destacados la hicieron merecedora de importantes reconocimientos hasta que, en 1997, por no acceder a terminar su relación matrimonial a causa de la actividad disidente de su esposo, fue hostigada durante meses y se le expulsó de la educación superior aduciendo pérdida de idoneidad para formar a las nuevas generaciones.
Desde que, en 1990, Berta del Carmen fue víctima de un evento represivo en el que miembros de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) irrumpieron agresivamente en una celebración entre amigos y compañeros de estudios de su esposo, y que terminó en la condena de este bajo falsas acusaciones, dio comienzo un recorrido infructuoso por instancias legales y gubernamentales donde constató la total indefensión en cuanto a sus derechos ciudadanos.
A pesar de las tribulaciones que padeció la profesora, quien al momento del suceso estaba embarazada, su rendimiento laboral no resultó afectado y continuó con un desempeño satisfactorio impartiendo las asignaturas de Contabilidad y Asesoría en administración de negocios, adscritas al departamento de Contabilidad de la facultad de Contabilidad y Finanzas de la universidad.
En paralelo a la docencia, la economista desarrollaba un proyecto investigativo enfocado en las posibilidades de comercialización de diferentes derivados de la caña de azúcar, por entonces primer renglón económico del país. Los progresos en ese campo hicieron que se insertara en la dinámica académica de estudios de tercer ciclo con vistas a obtener la titulación de maestría y, posteriormente, doctorado.
Sin embargo, la experiencia vivida a raíz del incidente de violencia policial en 1990 había hecho que ambos, Berta y su esposo, el psicólogo Ramón Humberto Colás Castillo, se interesaran en las actividades del movimiento pro-derechos humanos del que cada vez se conocía más en su entorno de amigos profesionales, inconformes con la crisis socioeconómica que golpeaba al país desde la caída del campo socialista, clasificada por las autoridades como Periodo Especial en Tiempo de Paz.
El acoso de la Seguridad del Estado contra el esposo de la profesora universitaria fue escalando en la medida en que este ganara en protagonismo y se vinculara más con los antagonistas del sistema.
En la universidad todo continuaba aparentemente en calma, inclusive a finales de 1996, en diciembre, la académica fue seleccionada como la mejor profesora joven del plantel. La escogieron sus compañeros de claustro con la anuencia de las organizaciones de masas en el Centro, díganse el Partido Comunista (PCC), la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), el sindicato, etc.
Comenzando 1997, en enero, a Berta del Carmen le fue otorgado el Reconocimiento del Rector por los méritos profesionales alcanzados. No podría la profesora predecir que, días después, la intensificación del seguimiento de la Seguridad del Estado transformaría radicalmente su entorno laboral. Ella y su esposo habían llevado a cabo una estrategia de sobrevivencia para aparentar que, a pesar de vivir en la misma casa por no disponer de otra alternativa, estaban separados; pero una delación la enfrentó con la policía política a través de la nomenclatura de la universidad.
Durante los meses de febrero y marzo fue citada, al menos, a tres reuniones para exigirle que disolviera su vínculo matrimonial y no socializara con ninguna persona desafecta de la Revolución, so pena de ser sancionada con la expulsión. A esas amonestaciones que se realizaban en oficinas de la institución docente asistían el jefe del departamento de Contabilidad y otros profesores, pero eran dirigidas por el núcleo del Partido Comunista que llevaba a militantes desconocidos para la docente.
La negativa a divorciarse de su esposo, así como a romper relaciones de amistad y colaboración con miembros de la sociedad civil independiente, hicieron que el 4 de abril de 1997 el rector José Musa Simón, en una breve reunión efectuada en su oficina, le comunicara a la profesora Berta del Carmen Mexidor Vázquez que quedaba expulsada de la enseñanza superior en Cuba por la pérdida del requisito de idoneidad “para enseñar a las nuevas generaciones”.