Alberto Góngora Mulet
Alberto Góngora Mulet fue víctima de discriminación y hostigamiento por su orientación ideológica y sexual durante su estadía como estudiante de Estomatología en la Universidad de Ciencias Médicas de Holguín (UCMHO). La defensa de sus criterios, tanto al interior del centro universitario como en las redes sociales, le valieron los señalamientos y represalias del decano de su facultad y dirigentes de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU).
El 3 de septiembre de 2020, mientras cursaba el tercer año de la especialidad, una profesora le impidió a Góngora entrar al aula por tener el pelo largo, lo cual supuestamente violaba las normas de la institución. El estudiante consideró que se trataba de una arbitrariedad, ya que tal prohibición no se encontraba contenida en el Reglamento Universitario, y acudió a quejarse con el decano de la Facultad de Ciencias Médicas y Estomatología.
Mientras lo esperaba, publicó en la red social Twitter lo que había ocurrido y comentó que hablaría con el decano sobre equidad de género y respeto a las identidades no binarias. El tuit, replicado por la prensa independiente, fue visto en el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), dirigido por la diputada Mariela Castro e hija del general Raúl Castro. El subdirector de esa institución contactó por privado a Góngora y le dio la razón sobre su derecho a usar el cabello largo.
Esto molestó a los dirigentes de su universidad y convocaron al estudiante para requerirlo por su publicación. En la reunión estuvieron presentes el decano de la facultad, George Augusto Velázquez Zúñiga, el presidente de la FEU Luis Rafael Gámez Leyva y otros profesores.
“El decano no sabía debatir. Me preguntaba cosas, yo intentaba responderle, pero no me dejaba. Todo el tiempo decía atrocidades como: ‘te vamos a dejar con el pelo largo, pero si un paciente no se quiere atender contigo, estás desaprobado’. Le dije que eso sería una discriminación por parte del paciente que la institución no podía validar, pero no entendía. Estaba muy molesto por mi publicación en redes sociales. Pero todo el problema, en general, era una cuestión de homofobia o al menos de fobia a la expresión de género. Él decía que un médico hombre no debía verse así”, contó Góngora al Observatorio de Libertad Académica.
Ante la presión que generó a la universidad el posicionamiento de la institución dirigida por la hija de Raúl Castro, el decano exigió al alumno que publicara en Twitter que en la escuela no existía discriminación y que había disposición a dialogar sobre estos temas, a pesar de que en la práctica la reunión tuvo más de reprimenda que de entendimiento.
Luego de este encuentro, el decano realizó una reunión con los estudiantes en el teatro de la facultad, donde además de referirse a los riesgos que enfrentaban quienes realizasen publicaciones críticas en redes sociales, habló en forma despectiva del “Salón Imandra”, un establecimiento privado de la ciudad donde se hacían shows de transformismo.
“Dijo que había estudiantes que frecuentaban estos lugares y que se juntaban allí a hacer ‘cosas que no eran las que les correspondían’. Habló de drogas y otras cuestiones de las que yo no tenía idea. Era una persona muy homofóbica”, recuerda Góngora.
En posteriores reuniones con los estudiantes, cuando hablaba de las denuncias en redes sociales, el decano ponía a Góngora como ejemplo de “violar los canales institucionales” e insistía en que los alumnos se debían a la “Revolución” y que “la universidad es para los revolucionarios”. En una ocasión le dijo en privado: “Tienes que tener cuidado, porque te faltan dos años para terminar la carrera y puede que no te gradúes”.
El 11 de julio de 2021, el estudiante fue una de las decenas de miles de personas que se sumaron a las protestas acontecidas en más de 60 localidades de todo el país. En su perfil de Twitter colgó videos de la manifestación pacífica en Holguín, por lo que fue identificado como uno de los participantes. Aunque no sufrió represalias directas por esto, un militar conocido de su madre le dijo a esta que Góngora debía cuidarse, porque habían elaborado listas de las personas involucradas y podrían ser expulsados de las escuelas y centros de trabajo.
Apenas un mes después, el primer ministro cubano Manuel Marrero Cruz responsabilizó al personal médico por el colapso que experimentaba el sistema sanitario del país durante la pandemia de coronavirus. Esto provocó la indignación de los trabajadores de la salud, y varios de ellos, incluidos médicos holguineros, le respondieron públicamente a través de las redes sociales al dirigente. Góngora, quien por esa fecha se encontraba trabajando en el enfrentamiento a la enfermedad en la provincia, expresó su apoyo a los galenos, por considerar injusta tal acusación.